jueves, 1 de enero de 2009

HAMAS E ISRAEL: EL NUEVO CAPÍTULO DE UNA CRISIS POLÍTICA Y RELIGIOSA











La tregua entre los terroristas de Hamas e Israel terminó hace varios días y Hamas no perdió tiempo para reanudar los ataques con cohetes a Israel. Es lo que los venezolanos de mi generación denominaban "tirar la piedra y esconder la mano". Cuando el agredido se mueve con decisión y letal eficiencia, entonces se convierte en el malo de la partida.




La actividad bélica de Hamas contra Israel es continua pero de baja intensidad y, por lo tanto, no mueve la opinión pública internacional. Lo que si la mueve es la acción que Israel toma en contra de los terroristas, una acción abierta de represalia dirigida contra objetivos terroristas pero que ha llevado consigo la muerte de civiles, lo mismo que sucede con la acción menos espectacular y menos efectiva de Hamas contra Israel.




La opinión pública internacional está contra Israel, olvidando la raíz del problema. Lo que le critican es su mayor eficiencia en la acción bélica, olvidando que la intención de Hamas es la de matar a los israelíes que pueda, aunque no pueda hacerlo con mucha eficiencia. La hipocresia de los gobiernos que condenan a Israel está basada en este olvido fundamental: Hamas desea destruir a Israel y esta nación está luchando por su supervivencia.




Lo lamentable de esta guerra que parece interminable e inevitable es que involucra a los niños. De lado y lado los niños están contagiados del mismo sentimiento de hostilidad hacia la otra parte (ver fotos). Este es un conflicto político con componentes culturales y religiosos muy profundos. Además tiene complicaciones económicas evidentes. Si a los países productores de petróleo les interesa un mejor precio para su casi único producto de exportación, nada mejor que una gran crisis en el medio oriente para incrementar ese precio. Esto y el odio contra Israel es lo que está por detrás de la actitud de Ahmadinejad en Irán y en las condenas de Chávez contra la acción israelí, no la preocupación por las víctimas civiles. Si ello les preocupara, habrían mencionado necesariamente las víctimas civiles del otro bando. Quienes condenan la acción en público la promueven en privado.
Hamas es una organización terrorista que pretende arrastrar consigo al mundo árabe en una guerra "santa" contra Israél y, por extensión, contra el mundo occidental. En esta pretensión están acompañados por Hizballah y algunos regímenes dictatoriales como Irán y Venezuela. Si esto no es reconocido con claridad, pronto estaremos inmersos en una crisis global de trágicas proporciones. Afortunadamente hay importantes líderes del mundo árabe quienes no están dispuestos a ser manipulados por falsas razones religiosas o de orgullo nacional. En ellos está la clave de la solución pacífica de este conflicto.

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