domingo, 7 de febrero de 2010

Después de la nevada histórica.


Por 36 horas la nieve cayó con suave constancia sobre mucho de Virginia, Maryland y la zona metropolitana de Washington. Ya hacia el final de aquel gigantesco manto blanco el silencio se hacía insoportable. Nadie en la calle, ningun ruido, solo el caer incesante de la nieve.

Hoy tenemos un cielo azul radiante. Los pájaros y los conejos han salido a examinar los daños. Uno que otro inmenso copo de nieve se viene abajo desde un árbol cercano, vencido por el sol.

Anoche, viendo caer la nieve, pensé melancólico en el poema de Benedetti, el cual transcribo más abajo, una verdadera versión taquigráfica de la vida.


PASATIEMPOS
Mario Benedetti.
Cuando éramos niños los viejos tenían como treinta

un charco era un océano

la muerte lisa y llana no existía

luego cuando muchachos

los viejos eran gente de cuarenta

un estanque era océano

la muerte solamente una palabra

ya cuando nos casamos

los ancianos estaban en cincuenta

un lago era un océano

la muerte era la muerte de los otros

ahora veteranos ya le dimos alcance a la verdad

el océano es por fin el océano

pero la muerte empieza a ser la nuestra.
************
Pero también he recordado las palabras de Sean O'Casey y me sonrío:
"He encontrado la vida una experiencia encantadora, activa, disfrutable y en ocasiones aterradora. La he gozado completamente. Ha sido un lamento en un oído, quizás, pero siempre un canto en el otro".

2 comentarios:

firepigette dijo...

Lindos pensamientos...Gracias por compartir.

I find the sound of deep silence sacred, and once expressed it de esta manera( sorry in English):

I wait restfully to hear the Silence
Whose ONE voice can reach me.
I’ve heard voices sound
A single note of joy,
while the whole world murmured
and chanted inside these walls,
but the only voice I long for is
This one voice( silence);
the only silence I wait for
is counterpointed
in the spaces between the words,
As I listen for thoughts that are silent to this world ;
And I wait for
That which comes
From the Silence of my
Heart and mind resting,
in the fullness of the
Emptiness,
As the sun
Sets the night
And awakens
the day

Gustavo dijo...

Thank you, Firepigette. Nice poem. The sound of silence is sacred, as you say.