viernes, 2 de abril de 2010

Yolanda Jaimes: símbolo del poder judicial chavista.




La magistrada Yolanda Jaimes ha tenido una amplia trayectoria en la llamada cuarta república y, ahora, en la quinta. Votó recientemente por la autojubilación, con un salario muy generoso. Además, predica por todo el país las excelencias del régimen.
En Puerto Ordaz, hace unos días, para abrir las actividades judiciales en el estado Bolívar dijo lo siguiente sobre el tipo de juez requerido para estos nuevos tiempos que definió como “luminosos”:
“Un juez culto, pero justo, inteligente, pero probo, tener la experiencia que da la madurez y la alegría que impulsa todo cambio nuevo y luminoso; debe ser un juez que tenga responsabilidad con el país y con su pueblo, en estos nuevos tiempos de transformación que vive Venezuela”.
Es triste que una profesional del derecho con larga trayectoria universitaria y profesional defina estos tiempos que corren como “luminosos”, como “tiempos de transformación”. Ella ha vivido el tenebroso episodio del asesinato de Danilo Anderson, aún no resuelto, los nombramientos ilegales de jueces provisionales, las represalias contra todo juez que tome decisiones contrarias a lo que desea Chávez, la ignominiosa escena del “uh, ah, Chávez no se va”, cantado por los altos magistrados, la corrupción de los sobreprecios en la adquición de bienes raíces relacionados con el tribunal supremo, las acusaciones en contra de Velazquez Alvaray y de este en contra de sus ex-colegas, la podredumbre que es la justicia bajo Chávez, la prisión de líderes de la oposición, el caso de Wilmer Azuaje, y el grotesco caso de la auto-jubilación en masa.
Esto es lo que ella llama “nuevos tiempos luminosos, tiempos de transfomación”?

Evidentemente esta señora ha inventado un nuevo idioma en el cual lo podrido es ético.
Parece un buen ejemplo de lo que significa la pérdida de la brújula moral.



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